Y DESPUÉS DEL CÁNCER DE HÍGADO... ¿QUÉ?

Una vez finalizado el tratamiento es muy común que el paciente sienta una mezcla de tensión y entusiasmo, ya que resulta muy complicado no preocuparse ante la posibilidad de que el tumor crezca o vuelva a aparecer. Sin embargo, con el tiempo estos supervivientes han aprendido a seguir hacia delante y disfrutan de su vida plenamente con la incertidumbre siempre como sombra.

El próximo paso a seguir es establecer un plan de atención. Este puede incluir:

• Un calendario con las pruebas y estudios de seguimiento de la evolución.

• Un calendario para otras pruebas futuras, como por ejemplo para la detección temprana de otros tipos de cáncer o para identificar efectos del cáncer o tratamiento a largo plazo.

• Sugerencias en alimentación y actividad física.

Es fundamental asistir a todas las citas de seguimiento para determinar si existe recurrencia o propagación del tumor, así como posibles efectos secundarios. En estas visitas el médico realizará exámenes y análisis de sangre, tales como: control de los niveles de alfafetoproteína (AFP), pruebas evaluativas de la función del hígado (LFTs), estudios por imágenes (ecografía, CT, MRI), etc.

En caso de trasplante de hígado es preciso un intenso seguimiento que asegure la total recuperación de la intervención quirúrgica y que el organismo no esté rechazando el nuevo órgano (para evitarlo se utilizan medicamentos muy potentes que debilitan el sistema inmunitario, hecho que favorece la contracción de infecciones), así como atender a posibles signos de recurrencia.

Si el paciente padece hepatitis B o C y ésta ha contribuido al cáncer de hígado es necesario un tratamiento antiviral que frene la infección.

Para terminar, algunos consejos son:

• Guardar las copias de los informes médicos. Es muy importante, ya que durante el proceso el paciente se encontrará con más de un médico, que debe conocer los detalles del diagnóstico y tratamiento.

• Para reducir el riesgo de que el cáncer de hígado progrese o recurra es recomendable adoptar un estilo de vida saludable: dejar de fumar, seguir una buena alimentación, estar activo y mantener un peso saludable.