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miércoles, 2 de noviembre de 2016

DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DE HÍGADO

Cuándo alguien acude al médico, por la presencia de alguno de los síntomas típicos del cáncer de hígado, se realizan diferentes procedimientos para determinar cuál es el motivo de la causa de los mismos.
Lo primero que el médico le va a preguntar serán los antecedentes médicos  del paciente que acude a consulta y sus antecedentes familiares, para saber si hay presencia de cáncer de hígado con anterioridad en la propia persona o en su familia. Sea cuál sea la respuesta, lo siguiente es un examen médico. En este examen el doctor revisará la piel y conjuntivas del paciente para ver si hay ictericia, hinchazón de alguna parte del abdomen, etc.


Una vez que se sospecha de la posibilidad de tener cáncer, se pasa a realizar las siguientes pruebas para verificar o descartar la presencia del mismo:
  • Analítica general de la sangre: ayuda a conocer la afectación del funcionamiento del hígado, por la presencia de diferentes sustancias en la sangre, que en el caso de verificar la presencia del cáncer, este tipo de prueba ayudan mucho a conocer cuál debe ser el tratamiento más apropiado.
  • Análisis de sangre para búsqueda de marcadores tumorales: el marcador tumoral que más se suele buscar es la ''alfafetoproteína'' (AFP), ya que se trata de una proteína presente solo en los fetos, que si aparece en adultos suele indicar la presencia de un tumor u otro tipo de anomalía hepática, como cirrosis, etc.
  • Ecografía hepática: técnica de ultrasonido, totalmente inocua, que proporciona imágenes del hígado y de procesos de su interior.
  • Tomografía axial computerizada (TAC) y Resonancia nuclear o magnética (RNM): son pruebas que se utilizan para completar las imágenes de la ecografía, y que además nos dicen si el tumor se extendió a otros órganos. Son pruebas que suelen tardar en realizarse unos 30', y en el caso de la RNM pueden causar claustrofobia en el paciente, por lo que debemos explicar en que consisten las pruebas. Por último no olvidarnos de decirle a nuestro paciente que será necesario que se quite cualquier objeto metálico que lleve consigo, ya que causan interferencias con este tipo de pruebas.
  • Angiografía: técnica que nos proporciona el conocimiento de la vascularización de un órgano o miembro. Muy útil para la aplicación de muchos tratamientos como la cirugía, por ejemplo.
  • Laparoscopia:  se trata de una intervención quirúrgica mínima, en la que se estudia la cavidad abdominal y se realiza una biopsia para conocer la afectación del miembro o alrededores, es decir si existe tumor y en el caso de que sí, saber si este se extendió a otras zonas.
A continuación un vídeo largo (no apto para personas sensibles a la sangre y derivados), pero interesante, en el que vamos a poder observar la realización de una laparoscopia a un paciente masculino de 24 años de edad para obtener una biopsia. En el vídeo se muestra todo gravado lo que se le va realizando a dicho paciente.
                                     

Finalmente concluir con que todas estas pruebas le servirán al médico y demás personal sanitario para conocer si existe presencia de cáncer de hígado o no y en el caso de que la respuesta sea un sí, escoger el tratamiento que mejor le vaya al paciente.

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