Al contrario que en otros tipos de tumores, el cáncer de cuello uterino
puede ser detectado en fases precoces, ya que los síntomas aparecen
frecuentemente en etapas tempranas. Esta ventaja permite que el tratamiento se
vuelva más eficaz, por lo que el porcentaje de curación es alto.
Los síntomas más frecuentes son:
- Hemorragia o sangrado vaginal inusual: Se trata del síntoma más común y su aparición tiene lugar en fases tempranas. En el caso de mujeres menopáusicas, cualquier sangrado, por muy pequeño que sea, debe ser valorado por un médico. En pacientes con menstruación, un sangrado más abundante o duradero de lo normal o fuera de periodo debe ser consultado con el ginecólogo.
- Dolor durante las relaciones sexuales, así como aparición de sangre tras el coito vaginal.
- Sangrado después de una ducha vaginal o tras un examen pélvico, síntoma muy frecuente del cáncer uterino.
- Secreción vaginal inusual: Puede contener algo de sangre y aparecer entre periodos o al terminar la menopausia.
- Pérdida de peso y dolor en la zona pélvica: En fases avanzadas.
- Dificultad para orinar.
Cuando alguno de estos problemas
aparece, resulta preciso acudir de inmediato al médico, aunque los síntomas
puedan deberse a otras condiciones muy diferentes, como una infección.
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