FACTORES DE RIESGO, PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN.

La prevención tiene como fin reducir la posibilidad de padecer cáncer, ya sea de útero o de otro tipo, así como reducir el número de afectados. Para prevenir el cáncer de cuello de útero lo principal es evitar la exposición a factores de riesgo. Estos son agentes que aumentan el riesgo de  desarrollar un tumor. En la actualidad destacan los siguientes:

• Edad: Conforme aumenta la edad aumenta el riesgo de padecerlo, alcanzando su punto máximo a partir de los 50.
• Diabetes: Las personas diabéticas están mas expuestas a padecer este tipo de cáncer.

• Obesidad: El peso es muy importante puesto que un exceso de este puede aumentar el riesgo.

• Tomar medicación con estrógenos: Aumenta la posibilidad de desarrollar un tumor puesto que los ovarios producen tanto estrógenos como progesterona y un desequilibrio en uno de ellos puede resultar perjudicial. Es por este motivo que cuando las mujeres comienzan con la menopausia se les administra un tratamiento formado por una combinación de ambas hormonas.

• Hiperplasia del endometrio: Es una enfermedad que se basa en el aumento de células endometriales. Es mas común en mujeres mayores de 40. Cuando no es tratada debidamente esta puede desembocar en un cáncer de útero.

• Historial familiar: Generalmente no es una enfermedad que se relacione con la herencia pero si es cierto que aquellas personas con mayor riesgo a padecer otros tumores hereditarios pueden presentar a su vez mayor riesgo de padecer este.

• El tratamiento para el cáncer de mama: La utilización prolongada del llamado tamoxifeno incrementa la posibilidad de padecer este cáncer. Sin embargo es un tratamiento que se sigue utilizando puesto que el numero de casos es ínfimo y los beneficios de este tratamiento son muchos y muy notorios.

               

Además de los factores de riesgo, que como ya explicamos con anterioridad aumentan la probabilidad de padecer cáncer, también existen los llamados factores de protección que disminuyen el riesgo. Estos son entre otros:

• Mantener una alimentación adecuada y hacer ejercicio con regularidad.
• No fumar 
• Evitar alimentos o productos cancerígenos.
• Tomar medicamentos para tratar una afección precancerosa o para evitar que se presente un cáncer.

Aunque ninguno de ambos factores nos puede asegurar 100% que no lo vayamos a padecer siempre es recomendable tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo al mínimo.