Si el tratamiento fue la cirugía, esta intervención en los pulmones es bastante compleja. Las posibles complicaciones que se pueden dar van a depender del estado de salud de la persona y de la extensión de la cirugía. El sangrado excesivo, la infección de la herida quirúrgica y procesos infecciosos (neumonía) son algunas de las complicaciones graves que se pueden dar.
El dolor también es una de las secuelas a tener en cuenta en este proceso. En la cirugía para llegar a los pulmones es necesario abrir las costillas cuando realiza una taracotomía, lo que traerá consigo dolor después de la cirugía y la limitación de las actividades.
En cambio si el tumor fue tratado con radioterapia los efectos secundarios son diferentes. Este tipo de tratamiento provoca:
- Fatiga que va en aumento a medida que se va avanzando en el tratamiento, además esta fatiga influye en el desarrollo de las actividades.
- El área afectada puede estar enrojecida, seca, dolorosa y con picazón estas secuelas van incrementando con el paso del tratamiento.
- La esofagitis, inflamación del tubo alimenticio que conduce la comida desde la boca hasta el estómago (puede ser grave). La esofagitis dificulta el acto de tragar.
- Inflamación del pulmón llamada neumonitis por radiación no deja secuelas permanentes después de la radiación.
En cuanto a los efectos secundarios de la quimioterapia durante las primeras horas y días tras la administración de la terapia suelen aparecer náuseas, vómitos, dolores musculares y articulares, cefaleas, cansancio, etc. Más adelante pueden aparecer diarrea o estreñimiento, parálisis intestinal, estomatitis, entre otros.
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