Una vez diagnosticado y confirmado el cáncer es el momento de elegir el tratamiento mas adecuado para combatirlo. Para esto se valoraran diferentes factores tales como la edad, el estadio de la enfermedad, los niveles de PSA (prueba de antígeno prostático específico), la agresividad de las células cancerosas (puntaje de Gleason), la esperanza de vida y la preferencia del paciente. El tratamiento es especifico de cada caso, es decir no todos los pacientes se someterán al mismo tipo de tratamiento.
En la entrada de hoy desarrollaremos la cirugía puesto que se encuentra entre los métodos mas utilizados en la actualidad.
La cirugía empleada para el cáncer de próstata recibe el nombre de Prostatectomía radical. Se basa en la extirpación de la próstata y parte del tejido que la rodea (glándula prostática) También se extirpan las vesículas seminales (por lo que la emisión de semen cesará casi en su totalidad) y en alguna ocasión los ganglios linfáticos si es necesario. El tipo de cirugía elegida varía en función del tamaño , de la localización y lo extendido que este el cáncer con respecto otros órganos. No es útil en aquellos casos en los que el cáncer se ha extendido mas allá de la glándula prostática, lo cual no puede comprobarse con certeza antes de someterse a la cirugía en cuestión.
La intervención quirúrgica exige el sometimiento del paciente a anestesia general para la cual es necesario llevar a cabo previamente un análisis de sangre y de coagulación, una radiografía de tórax y un electrocardiograma. El post operatorio requiere el ingreso hospitalario del paciente durante un período de tiempo de entre una y dos semanas. Lo habitual es que tenga que utilizar una sonda durante unos días después de operarse, aun cuando reciba el alta.
Las técnicas quirúrgicas para practicar la prostatectomía utilizadas en la actualidad son las siguientes:
- Prostatectomía radical retropúbica: La incisión se realiza a través del abdomen empezando inmediatamente después del ombligo hasta alcanzar el hueso púbico. Deja una cicatriz visible en la zona derecha. Tiene una duración de entre hora y media y cuatro horas. Es la mas utilizada hoy en día.
- Prostatectomía radical perineal: La incisión se realiza en el periné, zona situada entre el ano y la base del escroto (bolsa que recubre los testículos). Dura menos y ocasiona menos perdida de sangre pero es mas compleja debida a los nervios y nódulos linfaticos. Por este motivo se emplea con muy poca frecuencia.
- Prostatectomía radical laparoscópica: En lugar de realizarse una única incisión se realizan varios cortes de menos tamaño en la cavidad abdominal. Estos sirven para la colocación de unas herramientas largas y delgadas con forma de tubo denominadas trocares a través de las cuales el cirujano pasara una sonda con una cámara de vídeo llamada laparoscopio. Este le permitira operar mirando las imágenes a través de un monitor de televisión. Tan solo serán visibles unas cicatrices de pequeño tamaño correspondientes a los sitios donde se encontraban los trocares. En los últimos años se han llevado a cabo numerosos avances dentro de esta cirugía incorporando brazos robóticos para que el cirujano lleve a cabo la operación desde una consola de control.
Hay posibles efectos secundarios causados por la cirugía entre los que destacan la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil. A pesar de todo algunos hombres continuan necesitando tratamiento después de la operación.
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