La Radioterapia es otra forma de tratamiento del cáncer de próstata. Se basa en la utilización de radiaciones ionizantes de alta potencia para tratar tanto zonas locales como locorregionales de determinados tumores empleando rayos X con altas dosis de irradiación. Dichas radiaciones consiguen destruir las células cancerosas por lo que son muy eficaces para combatir la enfermedad. El tratamiento en sí generalmente es indoloro y la duración oscila entre 6 y 8 semanas (5 días a la semana).
Cuándo se emplea la radioterapia?
Hay distintas formas de aplicación según las caracteristicas y la extensión del cancer:
- Como tratamiento inicial en aquellos casos en los que el cáncer no esta extendido sino que se encuentra única y exclusivamente en la glándula prostático y es poco agresivo.
- Como tratamiento inicial en conjunto con la hormonoterapia en caso de que este ya este mas desarrollado y se haya extendido a tejidos adyacentes.
- En aquellos casos en los que el cáncer es recurrente o no se había extirpado en su totalidad después de someterse a cirugía.
- O por último en cánceres avanzados para mantenerlo bajo control y evitar que se siga desarrollando. Ayuda a prevenir o aliviar los síntomas proporcionando al paciente una mejor calidad de vida.
Tipos de radioterapia:
Los dos tipos principales de radioterapia usados para el cáncer de próstata son:
- Radioterapia de rayos externos: Es el tipo de radioterapia más frecuente. El radiooncólogo usa una máquina ubicada fuera del cuerpo para enfocar un haz de rayos X en el área que presenta el cáncer, es decir en la próstata.
- Braquiterapia: A diferencia de la de rayos externos esta forma de radioterapia se administra mediante fuentes de material radiactivos. Estas fuentes, denominadas semillas, emiten radiación solo alrededor del área en la que se insertan y se pueden usar durante horas (tasa de dosis altas) o semanas (tasa de dosis bajas). Dichos implantes pueden ser temporales o permanentes. En el caso de las semillas de tasa de dosis bajas se dejan en la próstata en forma permanente, aun después de que se haya usado todo el material radiactivo.
Existen otros tipos de radioterapia tales como la Radioterapia de intensidad modulada (IMRT), la terapia de protones y el Radio-223 que todavía están en vías de desarrollo.
En concreto en los últimos años se han llevado a cabo numerosos avances tecnológicos sobre la Radioterapia de intensidad modulada (IMRT) que han permitido mejorar su eficacia disminuyendo sus efectos secundarios. Además han logrado una mayor precisión que permite, mediante el seguimiento de la enfermedad con un control de imagen diario en tiempo real, la disminución de la cantidad de radiación que reciben los tejidos sanos de alrededor de la prostata.
La radioterapia puede ser tanto curativa, si su finalidad es curar el cancer por completo o paliativa si se administra para aliviar sintomas provocados por este como el color de huesos.
Los efectos secundarios pueden incluir:
- Inapetencia
- Diarrea
- Problemas de erección
- Fatiga
- Ardor o lesión rectal
- Reacciones cutáneas
- Incontinencia urinaria, urgencia urinaria o sangre en la orina
- Existen reportes de cánceres secundarios que también se derivan de la radiación.
Generalmente estos efectos secundarios desaparecen con el paso del tiempo una vez acabado el tratamiento, a excepción de la impotencia que por lo general es permanente. Además muchos de ellos tardan en aparecer meses o incluso años.
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