Antes de
hablar de este cáncer, del que cada año se diagnostican 49000 casos nuevos,
comenzaremos con una pequeña introducción acerca del órgano afectado.
Los
testículos, localizados en el interior del escroto (bolsa de piel suspendida
debajo del pene), son las glándulas sexuales masculinas encargadas de producir
espermatozoides y testosterona, que es la hormona responsable de los rasgos
varoniles (crecimiento del bello corporal, voz grave, aumento de la masa
muscular…).
El cáncer testicular
aparece cuando células tumorales comienzan a crecer descontroladamente en su
interior y además cuentan con la capacidad de invadir otros tejidos y órganos
circundantes (infiltración), o bien trasladarse y proliferar en diferentes
lugares del cuerpo (metástasis). Sin embargo, cabe destacar que este cáncer,
generalmente originado en las gónadas del aparato reproductor masculino,
también puede presentar su primera manifestación en el abdomen o tórax
(mediastino).
Se trata del cáncer más
común del género masculino en individuos cuya edad está comprendida entre los
15 y 35 años y generalmente el pronóstico es muy bueno aunque el tumor se
encuentre en estadios avanzados.
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