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martes, 25 de octubre de 2016

SECUELAS EN EL CÁNCER DE PRÓSTATA

Los tratamientos del cáncer de próstata pueden producir efectos secundarios y secuelas, pero al depender de múltiples factores no aparecen siempre.
El problema de los tumores prostáticos es que son impredecibles: algunos varones sobrevivirán años y años sin que el cáncer se manifieste o cause problemas, en cambio, pueden darse casos en los que el tumor, aparentemente indolente, se torne agresivo de forma brusca.
Las complicaciones más comunes de la prostatectomía radical incluyen:
  • Riesgos de la anestesia.
  • Sangrado con necesidad de transfusión.
  • Embolias y problemas postoperatorios.
  • Muerte.
  • Pérdida de la función sexual (la impotencia afecta a la mayoría de los pacientes). Se puede tratar con medicamentos, inyecciones intracavernosas, bombas de vacío o la colocación de una prótesis de pene.
  • Incontinencia urinaria grave (3-10% de los pacientes). Puede tratarse con rehabilitación y medicamentos que ayudan a controlar mejor la orina. Sin embargo, a veces resulta preciso implantar un esfínter urinario artificial alrededor de la uretra.
Los efectos secundarios tardíos de la radioterapia externa con las técnicas modernas son menos frecuentes que antaño, pero pueden aparecer a nivel urinario, digestivo o sexual.
  • Nivel urinario: El paciente experimenta un deseo frecuente de orinar o presenta dificultades para la micción. Excepcionalmente, la sangre puede estar presente en la orina. En caso de incontinencia, se debe consultar al médico.
  • Nivel digestivo: El paciente puede padecer estreñimiento y sufrir episodios de hemorragias como consecuencia de la irritación del recto por la radioterapia. 
  • Nivel sexual: La impotencia puede aparecer meses o incluso años después, hasta en el 50-60% de los pacientes. A nivel genital, las secuelas de la radioterapia son extrañas con las nuevas técnicas.
Los problemas urinarios y de disfunción eréctil son más frecuentes en hombres operados, mientras que en los pacientes con radioterapia los más habituales son de tipo intestinal, así como hemorroides dolorosas.



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